Después de un par de intentos cuasi-fallidos de imprimir mis fotografías digitales en calidad más o menos decente, me encontré con la publicidad de Kodak, que ofrece sus servicios de impresión en papel fotográfico, lo que brinda un panorama muy distinto al de las bajadas digitales en cuanto a calidad.

El sistema es muy simple: se envía el archivo a través de su web, se elige el tamaño en el que se desea imprimir, se elige el local donde serán retiradas (y pagadas) las copias, y listo.

Lo que me resultó más interesante, y que seguramente pondré a prueba para mi próxima visita a Tokashiki, son las recomendaciones para la resolución mínima según el tamaño de impresión.

Porque tengo la leve sensación de haber metido la pata justo ahí...

Blanca, a las 11:32 p. m.